Tina Ngata
 
1769 a 2019 – 250 años de resistencia. KIA MAU[1] DECLARACIÓN DE NO PARTICIPACIÓN. Nosotrxs, Tangata Whenua de Aotearoa Nueva Zelanda, Declaramos que no participaremos en las celebraciones de Cook de 2019, las que marcan 250 años desde que el Capitán James Cook y su tripulación del velero Endeavour, invadieran Aotearoa y reclamaran estas tierras soberanas al imperio inglés. Firma de Tina Ngata Ngāti Porou Fecha 25.04.2019

Así que aquí estamos, en el meollo de 2019. Las celebraciones de Cook se están desarrollando en múltiples pueblos alrededor de nuestro país y hay un abundante debate respecto de su impacto y valor. 

Desde el momento que atrajo mi atención en 2014, me opuse de todo corazón. Sin embargo, hay muchxs otrxs Māori, que han decidido participar. No voy a hablar de sus motivos, eso les corresponde a ellxs. Una de las tácticas más comunes del colonizador es enfrentar a nativxs entre sí para sostener el debate del abuso colonial – y así el colonizador puede continuar con sus negocios.

De lo que voy a hablar aquí, no obstante, es mi propio razonamiento de por qué yo, como una mujer Ngāti Porou de Te Tairāwhiti (de la tribu Ngāti Porou de la costa este) no he participado ni participaré en los eventos de Cook financiados por TUIA250. 

Ahora, en 2014, cuando empecé a verbalizar la oposición a estos eventos, miembrxs y asociadxs del “Te Hā Sestercentennial Trust” (fideicomiso) se me acercaron con varias versiones de «por favor cállate» o «súbete a un waka» (bote). Se me ha ofrecido el “Premio del río”; he sido engañada y llorado, y cuando los intentos por reclutarme han fallado – las tácticas cambiaron a desacreditarme públicamente como mentirosa, purista y odiadora que “necesita tener su boca cerrada”. Esto no me da un “ay de mí”, sino que es interesante ver cuán determinantes han sido estos intentos. Les he visto hacer lo mismo con otrxs que se han opuesto – con resultados variados. Los temas de conversación generalmente van en la línea de:

“Esta es tú oportunidad para contar tu lado de la historia”
“Hay mucho dinero involucrado, puedes hacer que esto funciona para ti y para tú gente, sacar algo bueno de esto”
“Puedes sacar algunas ganancias de conversación de esto”
“Necesitamos empezar a concentrarnos en cómo trazar un camino hacia adelante juntxs”
“Mira, para bien o para mal, pasó, y tienes que reconocer eso”
“Bueno, los eventos siguen adelante de todas formas, con o sin ti, entonces solo tienes que decidir si quieres tú voz ahí o no”.

Ahora, me puedo concentrar en cada uno de estos argumentos, pero creo que es más importante centrarnos en porqué la aprobación marrón a los eventos TUIA250 es tan importante.

Claro que si le preguntas a cualquier persona involucrada en estos eventos ellxs legítimamente apuntarán a que es éticamente importante tener “ambos lados de la historia”. Claro que nunca hemos necesitado permiso o validación colonial para contar nuestrx lado de la historia. Lo hemos estado haciendo por mucho tiempo, -pero con total honestidad-, si esto fuera realmente un intento benevolente de asegurarse de tener mi lado de la historia incluído, entonces los intentos no habrían rallado en agresión.

Entonces consideremos, en vez, cómo se habría visto esto sin ninguna aprobación o involucración marrón: financiamientos coloniales, celebraciones coloniales de llegada, contando una historia colonial. Gobiernos colonizadores gastando decenas de millones de dólares sólo en sí mismos, mientras personas indígenas permanecen en la pobreza.

Nunca habría superado Square One (rompecabezas).

Por esta razón, cuando sea que escucho a la gente hablar de cómo podemos usar esto como “nuestra oportunidad de contar nuestra historia” – lo que no puedo no considerar, es cómo estamos siendo realmente utilizadxs para que el colonizador centre su propia historia. De hecho, la participación indígena en los márgenes es vital para el centramiento del colonizador.

Esta es mi primera razón por la cual no les prestaré mi brown-ness: no jugaré ningún rol en el centramiento del colonizador en la historia de mi tierra. 

Claro que es vital tener aprobación marrón para estos eventos – nos manda una señal a nosotrxs mismxs, y el mundo, que nuestros intereses están siendo representados y apoyados. En este sentido, – realmente no importa qué se dice en nuestra participación -, lo que cuenta es que participamos. Eso es lo que el mundo verá, y cuando el TUIA250 sea criticado, esa es la primera defensa que tendrán.

En esto radica la segunda razón de por qué no les prestaré mi brown-ness: no seré un arma de defensa de nuestro gobierno colonial.

Esta es una forma de explotación que funciona para tapar la supremacía blanca que se encuentra en el corazón de estos eventos. El muy articulado Moana Jackson (lo sé…lo cito mucho) ha reflexionado que: «Mientras muchxs europexs se estaban nerviosamente aventurando a lo que Sócrates llamó el “pequeño estanque” del Mediterráneo, los pueblos del Pacífico estaban trazando el océano más grande del mundo. Mapearon sus corrientes, buscaron historias en sus profundidades, y establecieron una  whakapapa (genealogía)  que unió todas sus islas. Esa es una historia digna de ser honrada, -pero en las conmemoraciones de la corona, solo está siendo contada como narrativa a la sombra de otra persona.»[1]

Está lo que dices en un evento, y está lo que dice el evento – así como los monumentos son una señal de lo que la sociedad considera suficientemente importante como para clavar un marcador de nuestra identidad en el paisaje – también lo son eventos nacionales financiados con fondos públicos, una declaración en y de ellos mismos. Son un monumento en el tiempo que dice ESTA fecha importa, ESTA persona importa, y que importan lo suficiente como para centrar nuestras identidades en ello. Al situar nuestras historias a la luz del colonizador, les damos poder para nuevamente ser nuestro gran benefactor, el centro de nuestro éxito. Es por esto que grupos como la página “Kia Mau” de Robyn Kahukiwa, y la declaración que la acompaña, son tan importantes. No se trata sólo de oponerse a las celebraciones – es NEGARLES nuestra participación como Tangata Whenua.[2]

Como dije anteriormente – la historia colonial no ocupa un lugar central en mi historia de Aotearoa. Ni siquiera comparte el centro del escenario. Lxs Māori son el centro de la identidad de esta nación, y la historia colonial (incluso esa que se encuentra en mi propia whakapapa (genealogía) es una adición mucho más reciente a la historia de Aotearoa. Somxs muy selectivxs en qué cuenta como historia en este país – ciertamente, las “Guerras de la tierra Māori” (probablemente más acertado llamadas Guerras de saqueo colonial) no son suficientemente importantes para ser integradas en el currículum nacional. En Aotearoa nuestra historia es constantemente tergiversada, y de hecho incluso lxs historiadorxs en el centro de la campaña de Cook continúan tergiversando los hechos de lo que pasó, posicionado a Cook como benevolente, enmarcando sus asesinatos de gente nativa como un mero defecto del carácter noble de este hombre del renacimiento, minimizando deliberadamente el asesinato de gente marrón que se llevó a cabo en todo lugar donde fue. Nuestra participación junto a estas personas implica el respaldo de sus ficciones, y aquí radica la tercera razón por la que no participaré en estos eventos: me niego a permitir que mi brown-ness respalde la continuación de ficciones coloniales del asesinato de mis ancentrxs, y de robo de nuestras tierras y aguas.

Hay también una historia y problema más amplio en juego aquí y esta es la lucha global de oponerse a los impactos de La Doctrina del Descubrimiento. Se ha desarrollado en todo el mundo, y ha sido destacada por las Naciones Unidas como el motor de los despojos Indígenas. Como mentalidad, la Doctrina del Descubrimiento reitera el derecho a la conquista en beneficio de la expansión imperial. Esa mentalidad se sitúa en el corazón de los imperios corporativos hasta el día de hoy, y alimenta los procesos de cambio climático y contaminación de los océanos, que ponen en peligro nuestra propia existencia. No puedo mantener una posición de solidaridad con mis hermanxs Indígenas, o una de cuidado por nuestra Madre Tierra, mientras refuerzo la misma mentalidad que lxs amenaza a todxs ellxs. No permitiré que mi Indigeneidad sea usada en un proceso que pone en peligro las raíces de mi Indigeneidad, y a mis hermanxs Indígenas.

La Doctrina del Descubrimiento es la base de la estructura colonial que nos rodea. Como toda estructura – si se le deja sola, la estructura del poder colonial pronto se derrumbará sobre sí misma. Requiere de actos de restauración y refuerzo para sostenerse a sí misma. Disfrazar la verdad Indígena con ficción colonial es uno de esos actos de refuerzo. Estas ficciones coloniales van así:

“Fuimos descubiertos”
“Nuestra experiencia colonial es histórica”
“Nuestra experiencia colonial fue benévola y no-violenta”
“Nuestra experiencia colonial fue invitada”
“Nuestra experiencia colonial ha sido en general beneficiosa”

Capitalizar los ‘beneficios’ en una plataforma para poder contar nuestro lado de la historia contradice dos hechos, uno: que ya hemos estado contando esta historia sin ellxs por 250 años, y en general hemos sido denigradxs por nuestrxs colonizadores por hacerlo. Y segundo: si el colonizador estuviera en general interesado en nuestro lado de la historia, se podrían haber unido con nosotrxs en esta práctica en cualquier momento de estos 250 años, en vez de denigrarnos o discutir con nosotrxs. Todo el proceso del Tribunal Waitangi ha sido una angustiosa experiencia de nosotrxs contando nuestras verdades de la experiencia colonial- mientras la Corona continúa negándola o minimizándola – y eso continúa aún hoy.

Claro que se espera que los focos de verdad Indígena que se permiten en estos eventos resulten en algún cambio social hacia la justicia. Esto no se permite, sin embargo, por la mayor parte de las ficciones coloniales que se financian a través de este evento. Esas ficciones coloniales continuarán frustrando la lucha de mis hijxs y makopuna (nietxs) por la soberanía en su propia tierra – porque el primer paso hacia la justicia es la VERDAD. Puede que TUIA250 no esté dispuesto a asumir la responsabilidad por las mentiras coloniales que están facilitando en todo el país, pero yo ciertamente puedo hacerlxs responsables al negarme a prestarles mi brown-ness.

Más especialmente -no me encontrarás cerca de ninguna ceremonia de bienvenida para la réplica del barco de la muerte, el Endeavour. Para dar ceremonias de bienvenida a la réplica del barco que mató a nuestra gente y robó nuestras tierras es exactamente el tipo de aprobación que nuestro colonizador requiere de nosotrxs para mantener la falta premisa de estar invitadxs y bienvenidxs, en su rol. Este tipo de ópticas son vitales para el colonizador -razón por la cual uso el término brown-ness, porque para ellxs es en gran medida una aprobación óptica, performativa, de su presencia y comportamiento, que buscan – aunque dentro del Te Ao Māori (El Mundo Māori), estas ceremonias, nuestra whakapapa (genealogía) y mana[3], deberían significar mucho más. Es por esto que se torna difícil y confuso para whānau (familia) y comunidades que no quieren dar la bienvenida al colonizador, pero si quieren darse la bienvenida unxs a otrxs, a nuestro waka hourua (canoa doble), y a lxs nuestrxs performers, que están caminando junto al colonizador, dándole estas oportunidades. Ven – es Estados Unidos quien le da al colonizador estas oportunidades de contar su historia y, de hecho, centrarla, no al revés. 

Tōku mana Māori, he mana Māori motuhake (Mi identidad maorí, una identidad maorí independiente) – una línea del himno de nuestrx tuakana, Te Whānau a Apanui (hermanx mayor de la tribu Te Whānau a Apanui). Mi mana es un regalo de mis ancestrxs, heredada a mi a través de whakapapa, mi genealogía. Ellxs han sobrevivido 250 años de ficción colonial y opresión. Sus marcas en mi piel, su nombre que llevo, sus valores en mi corazón, su matauranga (conocimiento) en mi mente. Independientemente del color real de mi piel -todo lo que el colonizador percibe como mi brown-ness de hecho viene de ellxs, es una parte sagrada de quien soy, mi conexión con esta tierra y estas aguas -y esa es la razón más importante por la que no puedo permitir, y no permitiré, que se le utilice como legitimación sistémica de los crímenes coloniales. 

Nōku tēnei whenua, kei a au te kōrero. Nōku tēnei whenua, ko au te rangatira – Apirana Mahuika

(Esta es mi tierra, esta es mi historia que contar. Esta es mi tierra, y yo soy la autoridad).

/publicado originalmente en inglés en el siguiente enlace>>

Tina Ngata. Soy una madre Ngati Porou de dos hijos, de la costa este de Te Ika a Maui. Mi trabajo involucra la defensa de los derechos ambientales, indígenas y humanos. Esto incluye iniciativas locales, nacionales e internacionales que destacan el papel del colonialismo en temas como el cambio climático y la contaminación por desechos, y que promueven la conservación indígena como la mejor práctica para un futuro globalmente sostenible.

[*] Se refiere al color de piel oscura, comprendido más ampliamente desde el concepto de racialización.
[**] En el texto original la autora usa palabras también en Māori. Para una comprensión más extensa y específica de los conceptos que aquí aparecen, pueden revisar el Te Ara: https://teara.govt.nz/en 
[1] El grupo de facebook Kia Mau y la Declaración fue fundada por Robyn Kahukiwa, y es para que la gente Indigena declare su oposición a TUIA250
[2] Población Indígena
[3] Energía o fuerza espiritual, personal y colectiva, que se cultiva. Es un concepto base del Māoritanga (cultura, prácticas y creencias Māori), de la comprensión de cómo funciona el universo, relativo al cuidado de quienes/lo que nos rodea (familia, subtribu, tribu). Es también autoridad y prestigio.