El día 12 de Noviembre de 2017 diferentes personas pertenecientes a comunidades que sufrimos el racismo en nuestras vidas cotidianas se organizaron desde Madrid para gritar al unísono, ¡Basta ya de tutelas! ¡Queremos destruir el racismo institucional!

Nosotras las comunidades racializadas Afro-descendientes, Diáspora Africana, Moras/Musulmana, Gitana, Latinoamericana y Caribeña, Asiática somos los cuerpos oprimidos por occidente.

Esta tarde cuerpos, voces, lenguajes, territorios racializados hemos marchado de Cibeles a la Puerta del Sol para declararnos como fuerza transformadora de todas las formas de racismo y xenofobia que imperan históricamente en España hasta nuestros días.

Salimos a la calle para recordarle a España, a la comunidad internacional, a la Unión Europea, que hace 25 años nuestra hermana Lucrecia Pérez Matos fue asesinada vilmente por las balas cuatro personas, entre ellas un miembro de la Guardia Civil. Los Tribunales que llevaron la causa concluyeron que Lucrecia fue asesinada por ser “extranjera, negra y pobre”. Fue el primer caso de reconocimiento en el Estado español de asesinato por xenofobia, en 1992, cuando se “celebraba” el V centenario de la conquista y colonización de Abya Yala. También es nuestra responsabilidad política y ética recordar y reivindicar a todas nuestras hermanas que han caído asesinadas por defender su condición de racializadas en esta España racista, xenófoba y violenta. No olvidamos. No olvidaremos a nuestras asesinadas por el racismo en España.

Somos una marea antirracista. Queremos reparación a los daños históricos y presentes causados sobre nuestros cuerpos y los de nuestros antepasados; que reparen el sufrimiento y las injusticias originadas por el odio, el resentimiento, el eurocentrismo y la colonialidad; que reparen por la destrucción de vidas que las fronteras acometen y callan.

Rechazamos toda forma de violencia física y simbólica que se encuentre articulada en las leyes, códigos y reglamentos; en las políticas gubernamentales; en el lenguaje; el arte; la cultura; el tejido social; en los medios de comunicación; en los museos; en las Universidades; en las Plazas Públicas; en nuestro día a día.

Por eso hoy levantamos la voz para exigir la derogación de la ley de extranjería, el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros, el fin de las redadas racistas, las devoluciones en caliente, las deportaciones exprés y la militarización de las fronteras. Exigimos la despenalización de la manta.

Miramos al pasado que se refleja en nuestro presente, por eso luchamos por la erradicación de la simbología colonial y esclavista de las calles, plazas y espacios públicos que rindan culto a la masacre colonial. por tanto, exigimos reparación de la violencia de origen colonial que se ha ejercido sobre las comunidades racializadas.

De ahí surge la necesidad de crear una ley de reconocimiento de las comunidades racializadas, que acepte la amplia diversidad que existe en el Estado y que es sistemáticamente ignorada.

El poder blanco siempre nos ha querido arrodillados a sus pies, sin palabra. Lucrecia Pérez Matos fue asesinada dentro de una larga historia de violencia colonial hacia nuestros cuerpos. europa es una maquinaria de muerte. Figuras históricas como la de Isabel la católica, fernando el católico o carlos V no esperaban que siguieramos sobreviviendo.

Pero hemos sobrevivido. Somos las nietas de las indias que el colonialismo no pudo matar, somos las nietas de las negras que el eurocentrismo no pudo exterminar. Somos las nietas de las comunidades racializadas que la supremacía blanca de europa no ha podido asesinar.

Estamos vivas y nos hemos juntado aquí este 12 de noviembre para exigir reparación histórica, la derogación de la ley de extranjería, el reconocimiento de las comunidades racializadas y otras respuestas a la violencia contemporánea que sigue generando el reino de españa. Estamos aquí para pelear por una sociedad sin racismo.

/publicado en negrxs mgz N1