Entre prácticas de traducibilidad y lo intraducible
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Necesitamos nuevas formas de audibilidad en la práctica artística y poética, capaces de difuminar los contornos, las texturas y el afecto de la “fantasmagoría” de la colonialidad.
En su poema “dominador” (2016), la poeta, investigadora marxista y activista trans Nat Raha hace vínculos rápidos y ligeros entre la “fantasmagoría financiera” de la ciudad posindustrial y las “cadenas y venas” de la economía de plantación; entre la colonización y la gentrificación; la industria farmacéutica y el feudalismo. Nat Raha lo hace en una frase:
venas – cadenas de navegación & crédito
capital moral dominando
la carne ((lo múltiple
sostiene la ley / normas de clase, procrea
Raha escribe:
canales & vías navegables trizados
trizando culturas & tejidos
de carnes,
Aquí coloca en el plano de la audibilidad un recuento de la impunidad corporativa actual y el proteccionismo económico de los británicos en la industria textil en el siglo 19, una política sin evidencias (¿hecho trizas?) en la historia dominante del industrialismo que efectivamente hizo posible que en 1850 Inglaterra se hiciera líder del mercado textil, un papel que la India había retenido desde el año 1750. Raha pone en el plano de la audibilidad la impunidad corporativa y la impunidad colonial; la práctica neoliberal de hacer trizas las culturas con su mantra “multicultural” y la aniquilación de poblaciones y economías en el colonialismo del siglo 19.
Al estilo de la fragmentación visual y gramatical usado por los poetas Dadá (cuyas experimentaciones fueron asumidos por la Nueva Escuela del Nueva York de los años 70 y 80), Raha interrumpe la racionalidad de la frase. Sus enunciados pierden el orden gramatical (en inglés y en castellano), mientras Nat Raha rompe la linealidad de la historia que promociona el cuento del progreso económico y político. ¿O es al revés? ¿Cuál es el vínculo entre la linealidad de la narrativa histórica y el orden gramatical de una frase? ¿Una ruptura dentro de uno produce una ruptura en el otro?
Mientras traduzco este poema de un idioma colonial hacia otro (del inglés al castellano) me pregunto si para Nat Raha la poesía está conectada inherentemente con “un intraducible” o con prácticas de traducibilidad.
En 2001 el subcomandante Marcos del Movimiento Zapatista anunció:
Rebeldes somos porque es rebelde la tierra, si hay quien la vende y compra como si la tierra no fuera y como si no existiera el color que somos de la tierra.
El teórico mexicano Rolando Vásquez cita esta frase (si es que podemos llamarla así) como un ejemplo de intraducibilidad, en su ensayo de 2011 titulado Translation as Erasure: Thoughts on Modernity’s Epistemic Violence (“La traducción como borradura: pensamientos sobre la violencia epistémica de la modernidad”)[1]. Para Vásquez la traducción ha formado parte importante del proyecto de incorporación, homogenización y borradura de múltiples formas de vida, que caracteriza el proyecto epistémico de la colonialidad. Es la peculiaridad de la estructura gramatical de la enunciación de Marcos la señal de la “intraducibilidad” – una categoría que Vásquez entiende como práctica político-lingüística de representación que resiste a la incorporación, en lo que él llama “el territorio epistémico de la modernidad”.
Si las enunciaciones de los zapatistas son “intraducibles” es por su modo resistente y radicalmente distintos de pensar la tierra, el cuerpo, la subjetividad individual y colectiva y la propiedad:
“si hay quien la vende y compra como si la tierra no fuera y como si no existiera el color que somos de la tierra.»
La tierra es el sujeto de la enunciación y del enunciado. La evidencia de su resistencia a los modos de representación colonial, modernos y capitalistas surge en el giro de la frase misma – una frase que se lanza sobre sí misma. La promesa de transparencia de palabras como “ser”, “color”, “tierra” y “rebeldía” se contamina en este giro, se apagan en el silencio.
En su ensayo Variaciones sobre el derecho de mantenerse en silencio, la poeta Anne Carson llama a esta operación de silenciamiento “tirar pintura blanca sobre una parte de la frase”.[2] Escribe:
Hay algo enloquecedoramente atractivo en la intraducibilidad, en una palabra que se vuelve muda en el tránsito.
Sugiero que Nat Raha, al escribir en un idioma dominante, hace la operación inversa.