Manifiesto contra el racismo institucional
Nosotras las personas racializadas migrantes y refugiadas; las personas trans, sexo-género disidentes, las personas que cuidan, lxs trabajadorxs del hogar, lxs trabajadorxs del sexo, lxs desviadxs, lxs que desordenan el orden con su mera presencia, lxs sin papeles, lxs que se organizan, lxs que defienden su voz, lxs que recordamos a Lucrecia Pérez Matos, lxs que vivimos y enfrentamos cotidianamente este sistema de exclusión, negación, violencia y despojo. Salimos este 11 de noviembre de 2018 a las 17:00, de manera simultánea con las ciudades de Madrid, Valencia, Bilbao y Zaragoza para manifestarnos en contra del racismo.
Un racismo que se construye sobre la base de la historia colonial del Estado; que nos pretende ordenar de forma jerárquica privilegiando a los sujetos de la blanquitud.
Un racismo que se construye sobre la base de la historia colonial que ha impuesto una clasificación jerárquica que sitúa la blanquitud como lugar de privilegio.
Un racismo que se constituye mediante el Estado, sus instituciones y políticas.
Un racismo que es funcional al capitalismo y heteropatriarcado porque es a través de éstos que ejerce control sobre nuestros trabajos y violencia sobre nuestros cuerpos de mujeres, lesbianas, trans y trabajadorxs sexuales racializadxs.
Un racismo que no puede ser reducido a un problema individual, porque silencia la opresión histórica de cuerpos racializados y el beneficio de éste para la sociedad blanca.
Salimos esta vez sin Mame Mbaye quien murió en Lavapiés perseguido por las redadas racistas del estado español. Sin Manuel Fernández Jiménez asesinado por las políticas carcelarias antigitanas del estado racista español; ni Mohamed Bouderbala asesinado en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Archidona, Málaga. Sin Soufian Hnin, ni Mamadou Barry, dos chavales menores de edad, muertos por la desprotección hacia la infancia migrante en nuestras fronteras. Sin Idrissa Diallo, sin Aramis Manukyan, sin Mohamed Abagui, todos muertos en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Barcelona. Tampoco están quienes están en las cárceles y en los CIE, quienes perdieron la vida en las fronteras marítimas de esta península fortaleza, ni todos aquellos cuerpos anónimos convertidos en cifras producto de la necropolítica española.
Estas vidas que nos han sido arrebatadas, no son para nosotrxs cifras y la denuncia de sus muertes no debe ser utilizada para calmar la buena conciencia blanca de un antirracismo moral. El mismo que instrumentaliza las políticas de representación para sostener una falsa idea de justicia racial, eligiendo a conveniencia a quienes hablarán en nuestro nombre e imponiéndonos sus planes de integración como solución a su propio racismo. Frente a la perversidad de su oportunismo, nosotrxs decidimos tomar la calle para reivindicar que nuestras voces no quieren ser toleradas ni tuteladas, sino que llegan hoy a irrumpir para subvertir el tablero de juego político.
Estamos aquí porque no aprobamos la militarización de las fronteras, ni las fronteras. No queremos ser perseguidxs por las redadas racistas, no queremos ser encerradxs en los Centros de Internamiento para Extranjeros, ni en las instituciones penitenciarias del estado racista, ni ser deportadas. No queremos que nuestrxs hermanxs, trabajadoras sexuales, vendedorxs de la manta y lateros, ni nuestros chavales sean perseguidos y criminalizados en las calles. El trabajo sexual es trabajo y se ha de reconocer como tal. Tampoco queremos la reproducción de nuevos modelos de esclavitud dentro del trabajo del hogar y los cuidados. No queremos sus falsas políticas de prevención que nos tachan de terroristas. No queremos la ley de extranjería, una ley cis-sexista y racista. No queremos sometimiento al racismo laboral, ni sanitario. No queremos que el Estado nos deniegue el pleno ejercicio a la ciudadanía; queremos tener derecho a no votarles. No queremos la segregación racial en el sistema educativo, ni en nuestros barrios.
No queremos que las empresas españolas y europeas continúen con el extractivismo y el expolio de nuestros territorios, destruyendo el tejido social de nuestras comunidades. No queremos que los libros de historia sigan borrando la responsabilidad colonial española y catalana, y los genocidios que lo sustentan. No queremos transitar por monumentos, calles y plazas que rindan homenaje a asesinos y esclavistas.
Hoy celebramos colectivamente la herencia de la resistencia de nuestrxs antepasadxs, y hermanadxs en la lucha antirracista, hacemos un llamamiento a todxs lxs que confrontan a diario el racismo institucional y sus tentáculos políticos. A las hermanas que han plantado cara al sistema de explotación racista en los campos de Huelva, a lxs hermanxs gitanxs que tras 500 años de asedio y persecución, siguen resistiendo orgullosamente al integracionismo de Estado. A lxs hermanxs manterxs que cada día resisten el acoso policial. A lxs hermanxs que el reino de España niega la protección internacional condenándolxs a la ilegalidad y a lxs hermanxs que nos ‘prueban’ cada día, que nuestra humanidad no depende de un documento de identidad. A lxs trabajadorxs sexuales migrantes que luchan contra la criminalización, la persecución, el estigma, y por el reconocimiento pleno de sus derechos. A las personas trans-migrantes y refugiadas que pelean por un nombre, y luchan contra el borraje que hace de ellxs el reino de España.
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Nuestra fuerza reside en nuestra posibilidad de crear juntxs; rechazamos el colaboracionismo con la caridad y asistencialismo blanco. No olvidamos, y por eso estamos aquí, porque siempre andamos con nuestra larga memoria despierta, recordando que no queremos vivir en este mundo racista construido por la blanquitud.
A todos y cada uno de los colectivos racializados que el poder blanco ha situado en el margen del margen de lo político y lo humano, a ustedes hermanxs nos dirigimos para iniciar un proceso de responsabilidad política, que viva con la rabia que durante siglos hemos acumulado.
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#YoMarchoEl11N
#YoMarchoEl11Nbcn
#ContraElRacismoInstitucional
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