Encierro contra el racismo y por los derechos de las migrantes y refugiadas
Plaza de la Gardunya (antigua escuela Massana, detrás del mercado de la Boqueria), Barcelona.
1. PAPELES SIN CONTRATO
2. NO A LA LEY DE EXTRANJERÍA
3. EMPADRONAMIENTO SIN DOMICILIO
4. NACIONALIDAD SIN EXAMEN
5. SANIDAD PARA TODAS LAS MIGRANTES Y REFUGIADAS
6. DERECHOS PARA TODAS LAS MIGRANTES Y REFUGIADAS
7. DESPENALIZACIÓN DE LA VENTA AMBULANTE
8. CONTRA EL RACISMO INSTITUCIONAL
9. CIERRE DE LOS CIEs
10. NO A LAS FRONTERAS
11. MEDIDAS ESPECÍFICAS PARA EL ABORDAJE DE LA VIOLENCIA MACHISTA EN MUJERES MIGRADAS
¿POR QUÉ NOS ENCERRAMOS?
Exijimos la derogacion de la ley de extranjería, una ley que cruza la vida de las personas inmigradas, obligándolas a pasar tres años de clandestinidad. Para la tramitación y renovación de los papeles exigen un contrato de un año y 40 horas, pero la precariedad de los trabajos es una barrera enorme. Es por eso que las personas inmigradas llevan más de diez años luchando por los papeles sin contrato.
Exigimos una acogida real con todos los derechos, porque las personas solicitantes de asilo y refugiadas sufren un plan que no es de acogida sino de maltrato.
El racismo institucional se hace patente cuando no se otorgan las citas previas para cualquiera de los tramites de extranjería, lo que dificulta cualquier gestión y puede tener consecuencias muy duras.
Exigimos la Nacionalidad sin examen ya que, después de cumplir los diez años de residencia, se imponen exámenes imposibles de cubrir. Cuando se reciben inmigrantes en el estado español, solo se busca la mano de obra barata, y brazos para trabajar, tanto es así, que ninguna administración tiene programas de alfabetización y estudios para las personas inmigradas en los sábados y domingos. Según datos oficiales, en el 2016 se presentaron un total de 112.183 solicitudes y el año pasado 70.000. De todas estas demandas, ninguna ha recibido respuesta.
Empadronamiento sin restricciones y garantizado. El empadronamiento es fundamental para otros trámites, como la renovación de los permisos de residencia o la atención sanitaria. A pesar de que todas las personas tienen derecho a ser empadronadas, las administraciones no informan de este derecho y se niegan a empadronar a las personas migrantes.
Queremos recordar que el Real Decreto Ley 16/2012, elaborado por el gobierno del PP, modificó nuestro sistema sanitario público, el cual pasó de ser un sistema estatal de salud con cobertura universal a un sistema que deja fuera de cobertura a las personas en situación administrativa irregular.
Los trámites para la Reagrupación Familiar exigen unas condiciones de superficie y habitabilidad de las viviendas que ponen en peligro que las madres y padres puedan reagrupar a sus hijos. Las madres pobres migrantes, viven con el miedo a que la DGAIA acabe llevándose a los hijos para tutelarlos.
Exigimos medidas específicas para la prevención e intervención en violencia machista hacia las mujeres migradas y refugiadas con una perspectiva antirracista. Las mujeres migradas nos queremos libres y vivas, denunciamos un sistema heteropatriarcal, racista y capitalista que nos maltrata, agrede, penaliza y asesina de múltiples formas. Las violencias que enfrentamos no se limitan al ámbito afectivo, están atravesadas por el racismo institucional y social que vivimos cotidianamente.
Exigimos el cierre de los CIEs. La llamada “lucha contra la inmigración ilegal”, uno de los temas recurrentes de la Unión Europea, tiene en la construcción de los CIEs uno de sus principales ejes. Para la UE, la gestión de los flujos migratorios pasa crecientemente por la generalización del encierro y alejamiento de inmigrantes de su territorio. El encierro de inmigrantes está en trance de convertirse en “sistema”, en cuadro básico de la armonización europea para las migraciones.
Denunciamos la vulneración de derechos que se produce en las fronteras, la deshumanización con la que se trata a las personas migrantes. Las fronteras no son ya una línea que divide territorios, sino una zona de control donde se violan sistemáticamente los derechos de las personas con total impunidad. Son espacios de “no derechos” que se han convertido en un gran negocio para las industrias de la guerra a través de las vallas, las tecnologías de vigilancia, las armas… y donde los y las migrantes son despojadas de su condición de personas y convertidas en mercancía.
Por eso, porque hemos comprobado que solo la movilización social puede cambiar esta injusticia , porque recordamos los encierros de las iglesias en los que ganamos los papeles en 2001 y 2005… nos hemos vuelto a encerrar.
Queremos mostrar a toda la sociedad nuestra situación, decirle claramente que si no luchamos todas y todos seguiremos siendo explotadas y discriminadas. Reclamamos la solidaridad porque ahí está nuestra fuerza, la de todas las desposeídas y las que no tenemos más riqueza que nuestra fuerza de trabajo.
NUESTRA LUCHA ES LA DE TODAS Y TODXS!