Tengo todo el derecho a quemar y romper
Yesenia Zamudio se levanta por justicia desde la entraña. En enero de 2016, su hija María de Jesús Jaimes Zamudio, Marichuy, fue víctima de feminicidio, no siendo reconocido como tal durante 5 años, -el tiempo en el que fue erróneamente calificado como suicidio. En este tiempo, Yesenia se hizo un espacio y lugar en la lucha activista ante la impunidad de la violencia machista, coordinando hoy el Frente Nacional Ni Una Menos México.
Al Instituto Politécnico Nacional (IPN), a PEMEX, y a lxs múltiples servidorxs públicxs involucradxs, encubridores y negligentes; a Julio Iván Ruiz Guerrero y los 4 compañeros involucrados, allá es dónde apunta Yesenia. Quien alza su voz por Marichuy y por todas las víctimas que no han encontrado justicia al alero de un sistema indolente, instituciones cómplices y un silencio familiar y colectivo que entierra miles de casos al olvido.
«Queremos acabar con el acoso en todas las instituciones educativas y en todos lados. Las mujeres no queremos sus piropos, queremos tener tranquilidad y la libertad de vestirnos como queramos sin ser acosadas. Queremos también un día contra el feminicidio en memoria de mi hija, Maria de Jesús Jaimes Zamudio estudiante de la universidad de IPN, asesinada por sus propios compañeros y un profesor de la misma institución». (Yesenia Zamudio)
*Transcripción del video: Dejen de estar lucrando con nuestro dolor.
Y si me ven de negro, y soy muy radical. Y si quemo, y rompo y hago un pinche despadre en esta ciudad, ¿cuál es su pinche problema?
A mi me mataron a mi hija.
Yo no soy una colectiva, ni necesito un tambor ni necesito de un pinche partido político que me represente.
Yo me represento sola, y sin micrófono.
Yo soy una madre que me mataron a mi hija.
Y si soy una madre empoderada. ¡Y feminista! Y estoy que me carga la chingada.
Tengo todo el derecho a quemar y a romper.
No le voy a pedir permiso a nadie, porque yo estoy rompiendo por mi hija.
Y la que quiera romper que rompa, y la que quiera quemar que queme, y la que no, ¡QUE NO NOS ESTORBE!
Porque antes de que asesinaran a mi hija, han asesinado a muchas, a un chingo.
¿Y cómo estamos todas? Bien a gusto en nuestra casa, llorando y bordando.
Ya no señores, ¡se les acabó!
Ya rompimos el silencio.
Y no les vamos a permitir que hagan un maldito circo ya de nuestro dolor.
Y si van a hablar, hablen de todas.
Hablen de todas las que violan y acosan también los maestros y servidores públicos.
A las que les avientan ácido.
Hablen de las niñas que violan en sus cunas sus propios padres. Y sus familias se quedan callados, porque su religión católica no se los permite.
Soy madre de María de Jesús Jaimes Zamudio. Que exijo justicia por mí, por mi familia, y por mi hija. Y por todas las que nadie nombra. Porque todos los días asesinan una, y otra, y otra. Y no he podido resolver el caso de mi hija y ya me llegaron diez, cien, mil casos más.